miércoles, 23 de mayo de 2012
El Ensayo
El Ensayo
¿Qué es el ensayo?
El ensayo es una composición textual explicativa, demostrativa o argumentativa, y en muchas ocasiones las tres a la vez. Es un genero de características mixtas, lo que dificulta su inclusión en alguno de los géneros tradicionales.
¿Cuales son las propiedades de cada ensayo?
Ensayo de propiedades: A cada una de las diferentes a las que se somete a un material para averiguar sus propiedades
Según la forma de realizarlos, éstos pueden ser:
Ensayos destructivos: Cuando los materiales sometidos a este tipo de pruebas ven alteradas su forma y presentacion inicial.
Ensayos no destructivos: Cuando no ocurre lo anterior
Según la rapidez y precisión pueden ser:
Ensayos técnicos de control: Se realizan durante el proceso productivo, son rápidos, sencillos de realizar, y al mismo tiempo precisos.
Ensayos científicos: Se realizan para investigar propiedades con gran precisión y fidelidad y no importa la rapidez en su ejecución. Se emplean sobretodo para averiguar características técnicas de nuevos materiales
¿Cuáles son las características del ensayo?
- Guarda una unidad de temática para no perder el sentido de los que expone, sin permitir ideas periféricas.
- Producen meditación y resultado de la investigación.
- De la observación ensayista se requiere experiencia en el sentido de exploración, dándole la originalidad al estilo.
- Ofrece un conjunto de pruebas relevantes a favor de la tésis que presenta y evita la redundancia de figuras literarias y el lenguaje rebuscado.
- No define el tema sobre el cual escribe, sino la actitud del escritor ante sus pensamientos que le permiten crear una nueva realidad.
¿Cuáles son las diferencias entre la parte objetiva y subjetiva del ensayo?
La parte objetiva del ensayo es científica. En ella tiene sus investigaciones, explicando del mundo real de las cosas y su exposición juiciosa. Plantea el análisis con datos empíricos hasta detalla el marco conceptual, para delimitar el tema y su planteamiento.
La parte subjetiva del ensayo es literaria. En ella, el autor trata un tema y lo refleja con sus sentimientos y emociones a través del argumento y descripción, tomando razón de plantear la realidad con base en sus observaciones sobre los hechos.
Reconoce los tipos de ensayos
Ensayos literarios: esta clase de ensayo se caracteriza por la libertad y amplitud de temas tratados. Si bien parten de obras literarias o citas, no se limitan a abordarlas con exclusividad, sino que se las combina con observaciones, costumbres y experiencias. El ensayo literario se caracteriza por ser subjetivo, directo y sencillo, buscando plasmar con claridad la visión y reflexiones del propio autor y puede abordar distintas disciplinas como historia, filosofía, política, moral, entre otros.
Ensayo científico: este se caracteriza por combinar la imaginación artística con el razonamiento científico. Se puede decir que por un lado toma de la ciencia el objetivo de explorar la realidad, en búsqueda de verdades, mientras que toma del arte la belleza expresiva, la originalidad y creatividad. A pesar de recurrir a cuestiones artísticas, el ensayo científico debe dejar bien en claro aquello que quiere expresar.
Ensayo crítico: esta clase de ensayos también se caracteriza por abordar temas variados y de manera libre y están orientados a un público amplio. Suelen ser breves aunque buscan tratar los temas con profundidad. Poseen una libre estructura y un estilo en el que predomina la elegancia y el cuidado. Se vale de una amplia documentación para su realización y para lograr expresar sus ideologías, valoración, opiniones y reflexiones acompañadas por elementos científicos y teóricos.
Ensayo argumentativo: este tipo de ensayo tiene como objetivo defender una tesis propuesta y busca convencer al lector de dicha postura. Se vale de un lenguaje sencillo, formal y culto, en el que predomina un estilo natural. Las ideas deben ser planteadas de forma clara y debe existir una relación lógica entre ellas. También debe evitar la tendenciosidad, es decir, dar a conocer sólo aquello que favorezca la postura del autor, dejando de lado información relevante que la contradiga.
Conoce la secuencia metodológica para la redacción de un ensayo.
Existen varios métodos para empezar a escribir ensayos, aquí te presentamos el método ELOREC que consiste en seis pasos generales que te facilitarán la redacción:
E = Escoger un tema
L = Liste las ideas principales (tópicas) relacionadas con el tema.
O = Ordene esas ideas.
R = Redacte un primer borrador.
E = Examine los errores que contenga
C = Corríjalo antes de darle la forma definitiva.
E = Escoger un tema que te agrade o llame tu atención, es importante que el tema seleccionado sea significativo para ti, ya que deberás leer mucho e informarte en diversas fuentes sobre el mismo. Elegir el tema puede ser el paso más importante para el éxito de tu escrito, redactar un ensayo, es "ensayar" o practicar ideas propias sobre algo pero deberás fundamentar tus ideas en sucesos, textos, páginas de internet, entrevistas, videos o cualquier material textual o gráfico en el cual puedas apoyar tus propios razonamientos. Es importante tomar una postura ideológica con respecto del tema que desarrolles, ya sea que estés a favor o en contra, que tengas dudas o manifiestes inconformidad sobre algunos aspectos del tema; esa ideología debe permanecer en todo el desarrollo pues de lo contrario caerás en contradicciones que crean falta de credibilidad en lo que expones.
L = Lista todas las ideasprincipales que deseas desarrollar en el ensayo, la importancia de esta lista es que puede servirte de índice o guía que te permitirá dos cosas: primero, no perderte en el mundo de información que encuentres y seleccionar sólo aquella información que te sea útil y segundo, te facilita la continuidad del ensayo sin salirte del tema principal.
O = Ordena tus ideas en alguna forma, las más maneras más comunes de desarrollar un tema es "ir de lo particular a lo general"; lo particular pertenece al mundo de los conceptos. Una vez que decidas el tema y las ideas que deseas manejar tendrás que explicar lo que significa el tema, lo que tu entiendes y lo que dicen algunos autores y mostrar las partes de que se compone explicando cada una; después puedes desarrollar los subtemas partiendo de los más simples y elementales hasta los más generales que engloben el tema completo.
R = Redacta un primer borrador, escribir un ensayo es un proceso muy elaborado, no debes desesperarte si las primeras ideas no fluyen en tu mente. Lo recomendable es ir escribiendo lo que se te venga a la mente de los subtemas que has seleccionado. Los párrafos deberán ser cortos, y cada uno tendrá una idea o la continuación de la anterior y dar pie a la siguiente. Después en una segunda fase, enriquecer esas ideas que has escrito, darles forma coherente y ordenada, quizá sea necesario cambiar el orden de los párrafos para facilitar la comprensión del lector. Es una buena idea pedirle a alguna persona (amigo, profesor, vecino, incluso a tus padres) que lean tu primer ensayo y opinen sobre él, que te digan si se entiende lo que quieres decir. También es recomendable escribir un primer avance y dejarlo unos días (no muchos porque luego lo olvidas) dos o tres días está bien, y volverlo a leer con una actitud crítica y proceder a corregir, enriquecer, aclarar suprimir algunas ideas. Recuerda: ningún ensayo se escribe a la primera vez y queda bien, hay que revisarlo, corregirlo, cambiar algunas ideas o palabras y ten muy en cuenta la buena ortografía.
E = Examina los errores que contenga y corrígelos, todos nos equivocamos, y todo trabajo escrito es perfectible.
C = Corrígelo antes de darle la forma definitiva, tanta corrección te parecerá exagerado pero es necesario hacerlo, cuando decidas que ya está listo, lee tu ensayo en voz alta, como si lo estuvieras leyendo en público, párate solo frente al espejo y lee, también puedes pedirle a alguien que te escuche, si entiendes lo que lees (las ideas y su intención) y los que te escuchan lo entienden también, entonces ya está listo.
No te apropies de ideas ajenas. Cita a pie de página. Es importante que si usas ideas de otras personas que has investigado o que has recuperado en entrevistas, des el crédito al que las dijo y no te apropies de ellas, cita a pie de página la fuente de la información.
Citas de un texto (libro)
Debes escribir a pie de página el nombre del autor (iniciando con el primer apellido y después de una coma, escribir el nombre; el título de la obra subrayado y la página en donde lo leíste.
Citas de una revista o periódico
Debes escribir el nombre del articulista (empezando con los apellidos y después de coma, el nombre); el título del artículo en cursivas (punto), el título de la revista o periódico (subrayado) y la página.
Citas de entrevista
Estas citas se pueden incluir en el texto mencionando al entrevistado y luego comentando sus ideas. También se puede citar a pie de página en donde deberás escribir el nombre de entrevistado, lugar y fecha de la entrevista.
Léxico y Semántica
Léxico y Semántica
Los
dos Puntos:
Los dos
puntos, son uno de los elementos clave de cualquier escrito redactado
correctamente, se pueden utilizar en diferentes situaciones, lo más común es
para enlistar una seria de cosas o puntos o para hacer referencia a lo que otra
persona ha dicho. Les dejo unos ejemplos de uso de dos puntos bajo algunas
condiciones muy comunes.
Ejemplos:
1.
Tres nombres destacan en la poesía española contemporánea: Juan
Ramón Jiménez, Antonio Machado y Federico García Lorca.
2.
No se me puede condenar
por lo que he dicho: la verdad, lealmente expresada, no puede ser
delito.
3.
Al entrar en la
habitación, me dijo: "Acabo de llegar de
Segovia...”.
Las
Comillas:
He
aquí otro signo ortográfico que, bien empleado, sirve en ocasiones para destacar
una palabra o una frase, pero del que no conviene abusar, ante todo por razones
de estética tipográfica.
También se pueden utilizar las comillas cuando
se quiere dar cierto énfasis a una palabra, o, simplemente, un sentido
irónico.
Suele
utilizarse también este signo ortográfico cuando se escribe una palabra nueva
(neologismo o barbarismo) o algún vocablo poco conocido -tal el caso de una
palabra propia de una determinada jerga profesional.
El peligro
de las comillas está en el abuso. Escritores hay que entrecomillan las palabras
suponiendo que así, la frase resulta más intencionada o más "graciosa". El
resultado suele ser antiestético, tipográficamente, y hasta contraproducente.
Cuando se abusa de las comillas, el signo pierde fuerza y acaba por ser
prácticamente insignificante.
Ejemplos:
Y
yo le dije: "¡Caramba! ¡Estás desconocido!".
César,
antes de pasar el Rubicón, dúo: "La suerte está echada!".
Nunca
recibí un ataque tan "caballeroso", como el que acaba de hacerme tan "digno"
contrincante.
Las
cabinas "presurizadas" son indispensables para los vuelos de gran
altura.
Esto de los "cíceros" y de los "puntos", no
acabo de entenderlo bien.
Los
paréntesis:
Los
paréntesis son signos que encierran elementos incidentales o aclaratorios
intercalados en un enunciado.
Los
paréntesis se usan en los siguientes casos:
a) Cuando se
interrumpe el sentido del discurso con un inciso aclaratorio o incidental, sobre
todo si este es largo o de escasa relación con lo anterior o
posterior.
Ejemplos:
El
abuelo de Alberto (en su juventud fue un brillante cirujano) parecía una estatua
sentado en aquel sillón.
Las
asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en
el salón de actos (para estos incisos también se puede utilizar guion
largo).
b) Para
intercalar algún dato o precisión: fechas, lugares, significado de siglas, el
autor u obra citados...
Ejemplos:
El
año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió Cervantes.
Toda
su familia nació en Valdivia (Chile).
Una
ONG (Organización no Gubernamental) ha de ser, por principio, una asociación sin
ánimo de lucro.
La humanidad
prehistórica» (Luis Pericot).
c) En
ocasiones se utilizan los paréntesis para evitar introducir una opción en el
texto. En estos casos se puede encerrar dentro del paréntesis una palabra
completa o solo uno de sus segmentos
Ejemplo:
En el
documento se indicarán el (los) día(s) en que haya tenido lugar la
baja.
d)
Cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones con
abreviaturas, se pueden utilizar los paréntesis para reconstruir las palabras
completas o los elementos que faltan en el original y se
suplen.
e) En la
trascripción de textos se utilizan tres puntos entre paréntesis para dejar
constancia de que se omite en la cita un fragmento del texto (en este uso suelen
alternar con los corchetes).
Ejemplo:
Hasta
aquí (...) la obra visible de Menard, en su orden cronológico. Paso ahora a la
otra: la subterránea, la interminablemente heroica, la impar. También, ¡ay de
las posibilidades del hombre!, la inconclusa. Esa obra (...) consta de los
capítulos noveno y trigésimo octavo de la primera parte del don Quijote y de un
fragmento del capítulo veintidós.
(Jorge Luis Borges:
"Ficciones").
f) Las
letras o números que encabezan clasificaciones, enumeraciones, etc. pueden
situarse entre paréntesis o seguidas del paréntesis de
cierre.
Los
Puntos suspensivos:
Los
puntos suspensivos son un modo gráfico de expresar lo que no debe verse: las
pausas, las dudas, la inseguridad, en suma, de nuestro propio pensamiento al
escribir.
No obstante, los puntos suspensivos deben
emplearse siempre que, precisamente, sea esa impresión de duda o inseguridad la
que debe darse al lector; por ejemplo, en el dialogo. Aquí, normalmente, los
puntos suspensivos deben emplearse cuando queremos indicar con ellos las pausas
que está haciendo el que habla, sus vacilaciones, sus
dudas.
Veamos
las reglas que, al respecto, nos dan los gramáticos:
1)
Los puntos suspensivos indican interrupción en lo que se dice.
EJEMPLO
Sí, lo respeto mucho,
pero...
2) Otras veces los puntos suspensivos están en
lugar del poco admisible "etcétera.
EJEMPLO:
Numerosos
son los grandes caudillos de la historia: César, Felipe II, Napoleón,
Bismarck...
3)
También se ponen cuando se hace una pausa al ir a expresar temor, duda o algo
sorprendente.
EJEMPLO:
No me
decidía a estrechar la mano de un...
asesino.
Empiezo a
comprender por qué la quería y por qué... le pegaba. Abrí la puerta y...
¡horror!... Un espectáculo dantesco.
Hoy
quise volver a mi pasado
Para
sentir de nuevo tus brazos...
Quise
detener mi presente, sin pensar en un futuro,
Que
no me permitiera disfrutarte en nuestro pasado.
Pero
no pude porque...
Recordé
que al igual que los años pasan para no volver,
Los
muertos mueren para no vivir,
Y
tú estás así, atrás como esos años, y muerta como esos no vivos.
Dejaste
de ser, para no ser nada, para no existir, para no volver,
Para
no vivir...
Por
eso, hoy quise volver a mi pasado,
Para sentir
de nuevo tus brazos...
La
oscuridad del vacío
Luis
Rodríguez Sotres
¿Cómo
podré explicarles?... Como un murciélago reconozco la oscuridad del vacío por el
eco de recuerdos terrenales a
los que me aferro.
Hace
ya mucho tiempo que fue el fin del Mundo, pero mi espíritu se mantiene estático,
o tal vez, viajando a increíble velocidad por el espacio infinito. . . en fin,
la posición y el tiempo no importan ya en mi historia. . . una larga cadena de
recuerdos mal encadenados por el pensamiento… a tal punto, que ya no sé qué fue
verdad y qué fantasía… ¡Qué tristeza!, ni con mi historia me quedé… pero
miserable o excelsa… está perdida.
Ser
lo que soy es lo que más me atormenta, una inteligencia pura que con sus propias
deducciones descubrió todas las leyes naturales. Descubrir las causas y efectos
que constituyeron el Universo fue divertido, pero ahora, soy una inteligencia
sin objeto, esperanzada en encontrar un Dios que le dé sentido a mi existencia.
¡Soy una pregunta sin respuesta!, ¡una premisa sin conclusión! No tengo nada más
que preguntarme y torturarme sin saber el porqué de mi existencia por toda la
eternidad, pues ya no puedo distraerme con las necesidades fisiológicas,
intelectuales o… banalidades terrenales.
He
aquí mi triste historia, que por ello es grandiosa: Alcancé mi plenitud mental
al vivir de la Nada. Todo lo sé, pero es conocimiento inútil… no puedo
aplicarlo, ni admirarlo, ni saborearlo… ¿qué diferencia hay entre la Nada y el
Todo si uno se siente vacío y sólo!...
¡Quiero
dejar de pensar y no puedo! He pensado sin descanso y a increíble velocidad
durante “millones de millones de años”. Este es mi castigo, pensar sin llegar a
tener conclusiones de lo único que me importaba en la Tierra: Yo.
Olvidado
en el caos de la eterna creación universal, espero que llegue la paz del único
que Es. Pero no creo que llegue pronto… me aleja del Ser el eco de recuerdos
terrenales… ¡Necesito dejar de pensar!, ¡pero me es imposible!...
¡Cómo
temo apagarme, cerrar los ojos de la mente y entregarme al Ser! Aceptar que
existe sabiendo que nunca podré comprenderlo o conocerlo, pues mi existencia es
incapaz de abarcar su conocimiento. Dejar mi propia luz para entregarme a lo que
sea que Él sea…
¿Si sólo soy inteligencia qué será de mí si
dejo de pensar?... ¿dejaré de existir o me aceptará el creador?
Maldita
sea, me siento solo… expulsado del Todo por mi tibieza espiritual: ¡vomitado!
¡Tengo que
intentarlo!: A la una, a las dos, a las
tres…
El guion
largo:
El guion largo (—) se puede usar aisladamente,
o bien, como en el caso de otros signos de puntuación, para servir de signo de
apertura y cierre que aísle un elemento o
enunciado.
Este
signo se utiliza con los fines siguientes:
a)
Para encerrar aclaraciones o incisos que interrumpen el discurso. En este caso
se coloca siempre un guion de apertura antes de la aclaración y otro de cierre
al final.
Ejemplos:
Llevaba
la fidelidad a su maestro —un buen profesor— hasta extremos
insospechados.
Esperaba
a Emilio —un gran amigo—. Lamentablemente, no vino.
En este uso,
los guiones pueden ser sustituidos por los paréntesis e incluso por comas. La
diferencia entre una u otra opción depende de cómo perciba quien escribe el
grado de conexión que el inciso mantiene con el resto del
enunciado.
b)
Para señalar cada una de las intervenciones de un diálogo sin mencionar el
nombre de la persona o personaje al que corresponde. En este caso se escribe un
guion largo delante de las palabras que constituyen la
intervención.
Ejemplo:
—
¿Qué has hecho esta tarde?
—Nada en
especial. He estado viendo la televisión un
rato.
c)
Para introducir o encerrar los comentarios o precisiones del narrador a las
intervenciones de los personajes. Se coloca un solo guión largo delante del
comentario del narrador, sin necesidad de cerrarlo con otro, cuando las palabras
del personaje no continúan inmediatamente después del comentario.
Ejemplo:
—Espero que
todo salga bien —dijo Azucena con gesto
ilusionado.
Se
escriben dos guiones, uno de apertura y otro de cierre, cuando las palabras del
narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa
inmediatamente después.
Ejemplo:
—Lo
principal es sentirse viva —añadió Pilar—. Afortunada o desafortunada, pero
viva.
Tanto
en un caso como en el otro, si fuese necesario poner detrás de la intervención
del narrador un signo de puntuación, una coma o un punto, por ejemplo, se
colocará después de sus palabras y tras el guion de cierre (si lo
hubiese).
Ejemplo:
—
¿Deberíamos hablar con él? —Preguntó Juan—. Es el único que no lo
sabe.
—Sí
—respondió la secretaria—, pero no podemos decirle toda la
verdad.
d)
En algunas listas, como índices alfabéticos de libros o bibliografías, el guión
sirve para indicar que en ese renglón se omite una palabra, ya sea un concepto
antes citado o el nombre de un autor que se repite.
Ejemplos:
Verbos
intransitivos
—
transitivos
—
irregulares
—
regulares
Ortega y Gasset, J.: "España invertebrada"
(1920-1922).
—:
"La rebelión de las masas" (1930).
—: "Idea del
teatro" (1946).
Guion
corto:
El
guion corto es el signo ortográfico (-) que se pone al fin del renglón que
termina con parte de una palabra que no cabe en él o se emplea para unir las dos
partes de algunas palabras cuyos términos indican separación. Los guiones cortos
se usan para indicar a los interlocutores de un diálogo. En este caso, se usa un
guion al empezar cada frase, y se concluye con un punto y aparte.
Si
el narrador añade un comentario al final de lo que dice el hablante, se pone un
guion para separarlo, y se concluye con un punto.
A
veces algunos autores agregan otro guion al final de la frase, lo cual no es
necesario, y puede confundir al lector ya que puede pensar que prosigue el
discurso del hablante.
Ejemplo:
CACERÍA
DE BRUJAS
—Prisionero
Estévez, usted fue hallado culpable del delito de terrorismo, y sentenciado a la
pena de muerte. Díganos por última vez: ¿cómo se declara?
—Inocente
de estos cargos
—Muy
bien… Sacerdote, proceda con la extremaunción
—Hijo…
el Señor sabe toda la verdad y siempre esta dispuesto a perdonar si tú tan solo…
admites haberte equivocado
—Padre…
yo soy inocente de estos cargos; pero he pecado padre
—Bien
hijo, recuerda que no me lo dices a mí, se lo estas diciendo a Él —aclaró
señalando con su dedo al cielo.
—Hace
cuarenta años padre, yo acepté dinero para atestiguar en contra del italiano
zocco y su compañero anarquista; ambos fueron ejecutados
—Estás
perdonado hijo mío
—Muy bien…
procedamos con la ejecución; soldados: a mi orden… levanten esas tres llaves de
corriente
Los
Signos de admiración:
Mientras
que en el hablar se puede manifestar sorpresa, asombro o cualquier otra emoción
exaltada – o simplemente enfática – mediante una especial entonación de voz, en
la escritura, para representar cualquier exclamación, se recurre a los signos de
admiración, uno inicial o de apertura (¡) y otro final o de cierre (!). Entre
ambos signos se contiene aquello que es objeto de exclamación.
Se
ponen los signos de admiración al principio y al final de los enunciados
exclamativos (aquellos que expresan un sentimiento o una emoción con
intensidad):
¡Está
nevando!
¡Qué
desastre!
¡Qué demonio
de hombre!
Si
la exclamación afecta a una de la frase, los signos de admiración se ponen donde
empiece y termine la exclamación:
¡A
las armas!, gritaron todos.
Íbamos tan
tranquilos cuando - ¡no veas la que se armó!
Se
suelen escribir entre signos de admiración las interjecciones (¡ay!, ¡oh!), las
apelaciones (¡Oiga!, ¡Eh usted!), ciertas innovaciones religiosas ¡Dios mío,
protégeme!
Si
se manifiestan varias exclamaciones seguidas, cada una tiene que llevar sus
propios signos y empezar por mayúscula.
¡Ladrón!
¡Malas entrañas! ¡Ojalá te despidan del trabajo
¡
Si
son muy largas las exclamaciones en serie pueden escribirse como en los ejemplos
anteriores con mayúscula al principio de cada enunciado o separadas por comas o
por puntos y coma y con minúscula:
¡Corre!,
¡que te agarro!
¡Ay, Dios
mío ¡lo que tenemos que sufrir ¡
Si
una frase es a la vez interrogativa y exclamativa, se utilizan ambos signos, al
principio y al final. Lo ideal es dar preponderancia al que rige la intención de
la oración
Frase,
aunque debe tener presente que la colocación de dichos signos, en la lengua
escrita, puede variar de manera significativa el sentido de la misma:
¡¿Qué
no te lo dio? ¡
¡¿Qué? ¡¡
¿No te lo dio? ¡
Se
usa el signo de admiración de cierre, escrito entre paréntesis, para expresar el
asombro que produce lo expresado por otro:
Dijo
de si mismo que era un genio (!).
Constaba
cincuenta mil dólares (!).
Signos
de interrogación:
Con
respecto al impacto ambiental, ¿se ha previsto algún tipo de medidas para que su
efecto sea el menor posible?
El
signo de interrogación es un signo de puntuación que indica que la oración que
le sigue o precede es una pregunta.
En
la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al final de
la frase interrogativa: Quanti anni hai?", "Wie alt bist du?", "How old are you?
(en italiano, alemán e inglés« ¿Cuántos años tienes?»). Este fue el uso habitual
también en español hasta mucho después de que la segunda edición de la
Ortografía de la Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las
preguntas con el signo de apertura de interrogación invertido (¿) y terminarlas
con el signo de interrogación ya existente (?) —« ¿Qué edad tienes?
En
obras de carácter enciclopédico es usual el uso de la interrogación para indicar
fechas inciertas. Un ejemplo sería Gengis Kan (¿1162?-1227).3
La
lengua asturiana usa del mismo modo que el español los signos de interrogación.
Otras dos lenguas en que se utilizan la apertura del signo de interrogación son
el catalán y el gallego, aunque en ambos casos son opcionales y normalmente
relegados a frases largas o en las que pueda haber ambigüedad.
Los signos
de interrogación (¿ ?) como su nombre lo Indica, se usan en expresiones
interrogativas. Deben ponerse al principio y al final de ellas. Después de estos
signos no se pone punto.
Ejemplos
del uso de signo de interrogación:
¿Dónde
estuviste ayer?
¿A
qué hora regresaste?
¿Has
descansado ya?
Al
usarlos se hace una pausa equivalente al punto final.
Los signos
de exclamación (¡ !) se ponen, igualmente, uno al principio y otro al
final.
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